Descubre este extraordinario árbol, conocido como capomo, o ramón (brosimum alicastrum), y todas sus propiedades. Tradicionalmente, la semilla se come como alimento y se tuesta como café de capomo.
Endémico de México, la semilla es rica en aminoácidos, vitaminas y las hojas y savia se usan como un galactogoga, para aumentar la producción de leche materna.
Incluso a los murciélagos les encanta el fruto de piel delgada que cubre la semilla y después de comerla, la tiran al piso para que podamos prepararlo para tostarlo, o molerlo como harina.
Usado como alimento y medicina tradionales, el árbol se encuentra bajo amenaza debido al desarrollo desenfrenado, la deforestación y el cambio climático.
Ayuda el conocimiento y sabiduría de las plantas de los pueblos indígenas.
José y o salimos a media mañana a recolectar semillas de capomo. Caminamos cerca de treinta minutos antes de llegar a un pedazo de tierra de José, llamado Habita. Ahí encontramos un gran árbol de capomo a los pies de un banco empinado, cubierto con mucha vegetación.
Juntos, recolecatamos las semillas de capomo, del tamaño de una uva, pero redondas. Son ligeramente verdes con puntos amarillos que parecen pequeñas burbujas.
Los murciélagos adoran el fruto, así que comen la semilla y luego la tiran para que nosotros la recolectemos. A pesar de su sabor dulce, la gente por lo general no consume el fruto. La semilla se tuesta para hacer “café” o se muele como harina, o se hierve y se le añade miel.
Mientras recolectábamos capomo, José describió los mejores momentos para recolectar y preparar capomo. Los tiempos de recolección dependen del árbol de capomo, ya que algunos dan fruto todo el año, mientras que otros dan fruto un año si y uno no, entre enero y marzo.
Es una especie en peligro debido a la explotación forestal y prácticas agrícolas. La nuez tiene un bajo contenido de humedad, lo que lo hace ideal para almacenar un año entero. Esto ha llevado a la teoría de que tradicionalmente servía como un alimento de “hambruna” para los pueblos maya. México tiene un renacimiento nacional en la producción sustentable y distribución de este vital alimentos. Está disponible en cantidades limitadas como alimento de exportación en Estados Unidos.
El capomo es un alimento y bebida básicos, y que, junto con el atole, se da a las mujeres que acaban de dar a luz y que están en cuarenten; el periodo de cuarenta días de descanso y semi aislamiento que es una práctica tradicional en México.
Todas las partes del capomo son nutritivas y benéficas a los humanos, animales y el ambiente. Las hojas se comen como espinaca, las semillas se cocinas como papas y se comen con miel. La savia es dulce y nutritiva y se sirve como bebida tradicional y se relaciona con el aumento de la leche materna.
El capomo es un árbol extraordinatio nutritiva y medicinalmente. Proporciona fuentes vegetales ricas en aminoácidos. La cualidad especial del capomo es que ofrece niveles significativos de aminoácidos esenciales. Los aminoácidos son los pilares de proteína responsables de reparar las células, estimula los anticuerpos para combatir las bacterias y virus, y llevar oxígeno a todo el cuerpo. Las semillas tienen la proteína equivalente de los huevos. Es excepcionalmente alta en triptófano, un aminoácido que es mentalmente energizante y estimulante.
El capomo es alto en fibra, calcio, potasio, folato, hierro, zinc, proteína y vitaminas A, B, C y E.
¿Nuestros amigos de 4 patas, cerdos, vacas y caballos también adoran el capomo? Las vacas alimentadas con hojas de capomo producen 1-2 litros más de leche por día que las vacas alimentadas con pasto. Los murciélagos adoran el fruto de delgada piel alrededor de la “nuez” y después de comerla, la tiran al suelo para que podamos prepararlo para tostar café de capomo o molerlo como harina.
La harina es más nutritiva que cualquier otra harina y es ideal para personas sensibles al gluten.
Cortesía de Clementina Rodríguez Díaz (1917-2010)